¿En qué consiste la pasteurización en frío de alimentos?
La tecnología HPP, también conocida como ‘pasteurización en frío‘, es un método de conservación de alimentos revolucionario porque aporta un sinfín de valores añadidos tanto a consumidores como productores, fabricantes y comerciantes.
Este sistema emplea la conservación por altas presiones en vez del calor (como es el caso la pasteurización tradicional). Esto permite mantener los alimentos con sus propiedades casi intactas: no se pierden las vitaminas, enzimas y probióticos beneficiosos para el organismo; y a la vez las cualidades como textura, sabor y color se mantienen frescas y agradables por más tiempo. Añadiendo que es un sistema que elimina patógenos nocivos con eficiencia como E.Coli o la Salmonela (entre otros) y no emplea conservantes ni aditivos químicos, se consigue alargar la vida útil de producto con mayor seguridad y menores mermas.
Alimentos más seguros y sin patógenos
Menos conservantes y aditivos
Más frescura y mejor sabor, color y textura
Más vida útil y menos mermas
Aplicaciones de la pasteurización en frío
Pasteurización en frío de carne
Utilizar el procesamiento por alta presión (HPP) en productos cárnicos favorece la conservación del sabor de forma segura y más natural sin utilizar conservantes y aditivos químicos. La pasteurización en frío en carnes desactiva patógenos nocivos como E.Coli, Listeria Monocitogenes o la Salmonela.
La pasteurización en frío de cárnicos se puede aplicar a precocinados de carnes (pavo, pollo, cerdo…), loncheados curados y cocidos, pepperoni, salsichas cocidas y ahumadas, marinados y semielaborados, toppings de pizzas, embutidos curados y cocidos, centros de jamón curado, entre otros.
Pasteurización en frío de frutas y verduras
El 50% de la fruta y verdura recolectada anualmente se desperdicia. Emplear la tecnología de altas presiones hidrostrática (HPP) en frutas, verduras y vegetales garantiza un producto más fresco y sin aditivos, manteniendo todas las cualidades sensoriales intactas: sabor, textura, color – y por supuesto el contenido nutricional del producto recién recolectado.
La pasteurización en frío de vegetales, verduras y frutas mantiene intactas la vitaminas y enzimas que un tratamiento térmico tradicional destruiría. También desactiva los patógenos nocivos como E.Coli o Salmonela. Y además, permite ganar en vida útil de este tipo de alimento.
Pasteurización en frío de zumos y jugos
Gracias al uso de la tecnología HPP (pasteurización en frío o conservación por altas presiones) se puede conseguir que los zumos y jugos envasados conserven el sabor fresco directo de la huerta, y sin conservantes ni aditivos. La conservación térmica tradicional elimina los nutrientes naturales de este tipo de producto, en cambio con la pasteurización en frío se conservan las vitaminas, enzimas y probióticos del zumo.
Por otro lado, con este tipo de conservación en frío, los zumos y jugos duran más tiempo – exactamente hasta 90 días. Todos salen ganando: Consumidor, distribuidor y minorista. Se puede entregar en envase final o en bolsas a granel.
Pasteurización en frío de pescado y marisco
Gracias al procesamiento por alta presión la industria pesquera se beneficia de mayor eficiencia a la vez que gana en frescura en el producto conservado por HPP. Como se consigue retener la humedad, los jugos del pescado y marisco se mantienen en la carne potenciando su sabor al ser cocinados. Por otro lado, es capaz de eliminar patógenos como la Listeria, la salmonela o el Vibrio.
Además, al utilizar una presión 5 veces mayor que la del océano más profundo, se consigue separar al 100% las conchas o caparazones de ostras, langostas, bogavantes o cualquier otro tipo de marisco, aprovechando mejor la carne, reduciendo costes de lavado y ampliando su vida útil.
Pasteurización en frío de ensaladillas y dips
Con el aumento de demanda por parte del consumidor de recetas caseras que no requieran cocinar, la pasteurización en frío de ensaladillas, salsas y dips es el mejor aliado de los fabricantes para ganar en vida útil y seguridad alimentaria, y en ofrecer a la vez un producto más sabroso y de mejor calidad.
Hay muchas recetas que pueden beneficiarse de la conservación por altas presiones (HPP); ensaladillas, salsas, hummus, cremas, aderezos para ensaladas, guacamole o sopas son algunos de los ejemplos más típicos. Al ofrecer un producto más rico en vitaminas y enzimas naturales, y sin conservantes naturales, se gana en competitividad, a la vez que se reducen las mermas pues se obtiene más duración.
Pasteurización en frío de platos preparados
En un mundo donde no hay tiempo para cocinar, la pasteurización en frío es el valor añadido perfecto para los platos preparados. Además de ser precocinados listos para consumir, se mejoran sus propiedades de conservación al no emplear aditivos químicos o conservantes, y al ser un proceso en frío mantiene en mayor medida las propiedades organolépticas y nutritivas de los ingredientes.
La tecnología HPP se puede aplicar a muchísimos platos preparados diferentes; productos lácteos con toppings, vegetales con pasta o arroz, dips y salsas, precocinados de carne, vegetales o pescado, sopas y cremas, ensaladas y mucho más. Y además, ganarás en vida útil, reduciendo mermas.
Pasteurización en frío de sopas y cremas frías
En la gastronomía española existen varias sopas y cremas frías muy populares, como el gazpacho o el salmorejo, que pueden beneficiarse de los beneficios de la pasteurización en frío.
Algunas de esos beneficios son un envasado que evita cualquier tipo de contaminación, el respeto por las propiedades sensoriales, nutricionales y funcionales, y un aumento de la vida útil manteniendo la frescura del producto.