La proteína está de moda. Las dietas ricas en proteínas son tendencias y las estanterías de las tiendas reflejan esas tendencias, además de alimentar las innovaciones en la industria de las bebidas. Ya no solo para la hidratación, las bebidas se han convertido en una fuente de proteína, energía, vitaminas, minerales y fibra para el desarrollo muscular. No es inusual que los consumidores busquen una bebida para servir como un reemplazo completo de comida. Y las encuestas recientes muestran que la proteína es uno de los nutrientes más buscados por los compradores.
La proteína se ha convertido en un símbolo de salud y nutrición en el mercado. Lo que una vez fue la provincia de la nutrición deportiva y la gestión del peso ahora ha entrado en la corriente principal, impulsada por los consumidores que buscan alcanzar metas personales de aptitud física y estilos de vida saludables.
Los consumidores prefieren las proteínas vegetales
El suero y las proteínas de soja han sido la proteína de elección en el pasado para los fabricantes de bebidas, pero recientemente una nueva lista de ingredientes ha entrado en escena, muchos derivados de plantas. No es sorprendente ver un batido que promociona el guisante, el garbanzo, el anacardo o la proteína de la almendra que une la soja, el maní, las semillas de chía, las semillas de calabaza, el aguacate y la espinaca. La popularidad de las proteínas vegetales se atribuye a una combinación del deseo del consumidor de proteínas más la demanda de etiquetas más limpias.
Por supuesto, las bebidas con alto contenido proteico crean sus propios obstáculos para los productores de bebidas. Las proteínas pueden ser difíciles de manejar debido a la forma en que reaccionan a los niveles de acidez, al calor y a otros factores. Y en bebidas refrigeradas listas para beber, es importante un método para extender la vida útil que no afecte negativamente el sabor y la textura de la bebida.
Asegurar que la proteína permanezca completamente hidratada, proporcionar una sensación de boca suave y mantener la suspensión y la estabilidad de la emulsión es primordial. Y para el consumidor de hoy, mantener una etiqueta limpia puede ser igual de importante. El procesamiento a alta presión (HPP) es un método que puede ser perfecto para proteínas, extendiendo la vida útil sin necesidad de calor o de agregar conservantes químicos.