El consumidor actual busca alimentos con recetas caseras que no tenga que preparar. Para satisfacer esta demanda, las grandes cadenas de supermercados están procesando sus productos mediante altas presiones hidrostáticas para ofrecer ensaladillas seguras, frescas y listas para comer. Y, debido a la creciente popularidad de estos alimentos naturales y sin conservantes, muchos distribuidores indican en sus productos que se ha usado el sistema HPP para asociar su marca con esos valores de frescura y calidad, desde la tradicional ensaladilla de patata hasta los dips de guacamole y ensaladas con salsa de yogur.
El proceso no solo consigue que los alimentos HPP estén entre los más seguros, sino que también pueden mejorar su sabor y textura en el paladar. Con HPP, los fabricantes no tienen que preocuparse por ácidos o aditivos químicos que puedan alterar el sabor, la textura y la calidad de los alimentos.
Máximo sabor, mayor vida útil. Mediante el procesamiento por alta presión hidrostática, las salsas permanecen frescas por más tiempo: en la mayoría de los casos se extiende su vida útil más de tres veces, preservando además sus nutrientes más saludables (a menudo destruidos por la pasteurización térmica).