Según un informe de la asociación AECOC, cada año se desperdician más de 7 millones de toneladas de comida en España. La tecnología de altas presiones HPP alarga la vida útil, lo que lleva a fechas de caducidad más largas y menos desperdicio de alimentos.
Desde la granja hasta el refrigerador, hay muchos lugares donde pueden ocurrir desperdicios de alimentos. Una vida útil más corta para productos que usan ingredientes agrícolas perecederos es un contribuyente importante al desperdicio de alimentos. Otros métodos de procesamiento de inocuidad alimentaria, como la pasteurización a alta temperatura o los conservantes químicos, degradan el sabor y la textura de los productos, y se pierde el sabor fresco de los alimentos.
Con HPP, este no es el caso.
La alta presión de la tecnología HPP inactiva los patógenos, y los alimentos y bebidas mantienen su sabor fresco, la textura natural y los nutrientes. Además, los alimentos y las bebidas se procesan en su embalaje final, lo que reduce el riesgo de contaminación posterior al procesamiento.
Todo esto significa que no solo los alimentos y bebidas de HPP se mantienen bien por más tiempo, sino que también tienen un excelente sabor hasta su fecha de caducidad.
La reducción del desperdicio de alimentos no solo es buena para el consumidor y el medio ambiente. Es buena para los fabricantes. Según la Presidenta del Cold Pressure Council y Vicepresidenta de Good Foods, Joyce Longfield,
“una compañía de jugos prensados en frío con una vida útil de tres a cinco días. tendrá que producir al menos dos veces por semana y tirará una gran parte del producto. Mientras que la compañía de jugos procesados con HPP podría producir cada dos semanas y tirar muy poco producto al final de la vida útil. Cuando una empresa evalúa los beneficios con HPP de forma económica y sostenible, proporciona un mejor modelo de negocio tanto para la empresa como para el consumidor «.
En pocas palabras, desperdiciar menos alimentos reduce el material y los costos de envío para las empresas, lo que conduce a precios más bajos para los consumidores. Combine esto con la etiqueta limpia de HPP, la seguridad alimentaria y un mejor sabor, textura y nutrición, y no es de extrañar que el uso de la tecnología HPP esté en continuo crecimiento.
